El la observa con los ojos medios cerrados, a través de las pestañas, cigarrillo en mano, copa en la otra.
Unas manos deshacen el cinto y atacan la bragueta, donde se esconde la fiera dormida.
La mano toma delicadamente la polla haciendo suaves presiones sobre ellas, bajando la piel del prepucio, dejando la cabeza del glande al alcance de los labios carnosos que le besan suavemente, esos labios descienden a lo largo de la polla repartiendo miles de besos chupones. Hace paradas para humedecer los labios que siguen su ritmo endiablado marcando la polla desde el glande hasta los testículos.
Eso produce un cosquilleo intenso a la polla que vibra bajo la lengua experta, esos labios que la aprietan todo lo largo de su recorrido y que cuando llegan a la punta se retiran con picardía, haciendo que la polla se lance hacia adelante buscando la boca succionadora.
Se pasa la lengua sobre los labios para humedecerlos y toma el glande de nuevo solo con su lengua, enroscándose tragándola suavemente pero sin pausa, notando con se sobresalta dentro de su boca, pero sin piedad continua su absorción, hasta comerla entera, el vello púbico se moja por los labios rojos lleno de polla, un leve movimiento similar a una arcada indica que llego lo más profundo de la garganta.
Ella se frena y mira hacía arriba buscando Su mirada. Marca una pausa con la boca llena de polla.
El esta como en otro mundo, lleno de sensaciones, como ido, en otro nivel.
Ella sonríe y continua su tarea.
La piel de la polla esta húmeda a placer, sus venas bombean con fuerza, su fina piel erizada, unas gotas se evaden; son recogidas por la lengua ávida de jugo, esa lengua que ahora pasea por el glande como si de un helado se tratara,una pasada, hacía arriba, humedecer la lengua y vuelta a pasar la lengua bien abierta todo lo largo del glande, la vuelta a la base la efectúa con suaves besos.
La mano tantea las bolsas masajeando los testículos. La lengua se acerca a esas bolsas milagrosas y las lame con energía en un intento de dejarlas brillantes, un dedo loco y atrevido va donde lo que parece una estrella, ese ano bien plisado, que el dedo juega a alizar con saliva y paciencia. El ano se relaja ante el masaje y se deja alizar y sonríe al dedo atrevido que aprovecha la "sonrisa" para meterse un poco, lo suficiente para logar que la polla se ponga nerviosa y se sacuda un poco.
La boca sigue su movimiento infernal de sube y baja de la polla bajando apretando subiendo suave.
Los labios empujan lento pero firmemente la piel que cubre la cabeza, dejando el frenillo al descubierto, cosa que aprovecha la lengua para "molestarle" un poco.
La polla esta en su punta máximo, estirándose como nunca, pega una sacudida y lanza su leche como si fuera una cascada, salpicando todo el bello rostro que tiene delante y que se relame toda procurando no perder ni gota