domingo, 28 de agosto de 2022

Cabreo

Contigo quería hablar. Sí, contigo. Tú, que vas por la vida con la nariz levantada, mirando a todo el mundo por encima del hombro... Pero vamos, que si quieres ser un gilipollas es asunto tuyo, es tu elección, no tengo nada que decir. Pero te has saltado los límites. Lo que tú hagas con lo tuyo es asunto vuestro y de nadie más. Y lo que yo haga con lo mío es asunto nuestro y de nadie más.

¿Quién demonios te has creído que eres para juzgarme? ¿Quién te ha dado la potestad de dirimir quién es Dominante y quién no? ¿Quien cojones eres tú para decirme lo que puedo o no puedo hacer con mi propiedad?

Estoy harta de personajillos como tú, Dominantes de libro y de salón, de puertas para afuera. Esos grandes Dominantes que exigen protocolo y respeto público, que buscan más la admiración ajena que la experiencia propia.

Escúchame bien, "mayusculito". Yo tengo una propiedad. Yo soy Ama, soy Dueña de una maravillosa persona que se ha puesto en mis manos. Y como Dómina, Dueña y Señora de esa persona, puedo hacer lo que me plazca sin tener que dar explicaciones a nadie y mucho menos a un pelele de medio pelo como tú.

Si quiero azotarle, le azoto. Si quiero tenerle simplemente a mis pies mientras hago lo que sea, lo tengo. Si quiero imponerle castidad, se la impongo. Si le quiero vestido, lo está. Si le quiero desnudo, lo está. Y si le quiero sentado a la mesa conmigo en lugar de a cuatro patas en el suelo, lo está también. Y si le quiero follándome, lo está también. Cualquier cosa que no traspase los límites acordados. Cualquier cosa, ¿te enteras? que yo quiera, no que quieran o esperen los demás.

A ver si te enteras, imbécil, que dominar no es seguir un listado de normas y prácticas. Que dominar y tener a alguien, es hacer lo que se desee con esa persona, lo que se desee. Desde el momento en que empiezas a pensar en el qué dirán o qué pensarán los demás, dejas de someter y de poseer y te conviertes en esclavo de los demás y de sus opiniones.

Te has recreado públicamente intentando ridiculizar mi relación con mi perro. Y no te das cuenta, eres tan cortito que no te enteras de que lo único que has conseguido es ponerte en evidencia.

Así que sigue con tus cosas, mayusculito, sigue mostrando lo "Dominante" que eres, tratando como inferiores a los sumisos y sumisas, exigiendo tratamientos y fijándote solamente en las formas y no en el fondo. Yo seguiré disfrutando de mi relación, haciendo lo que me salga de la peineta en cada momento, que para eso soy yo, YO, la que decido. No los demás ni sus opiniones. Yo.

Sigue, "dominante de salón", sigue luciéndote en público y arrastrándote en privado. Yo, mientras, estaré haciendo lo que me salga del mismísimo, que para eso soy quien soy y soy lo que soy.

Espero habértelo dejado claro. Si no es así, no tendré ningún problema en repetírtelo, quizás con algún ejemplo concreto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario