martes, 18 de abril de 2023

Tanteando

Sábado noche, un bar de copas. Había pasado toda la tarde con una amiga de mi prima y luego habíamos salido de fiesta con los demás. Sin embargo, la gente se fue marchando hasta que de nuevo quedamos dos. No era la primera vez que nos liábamos esa noche, pero mientras mordía su labios y la rodeaba con un brazo decidí llevar el otro a su coño e introducirle dos dedos de golpe.

Estaba empapada, su coño chorreando mientras ella suspiraba y gemía en mi boca. Imagino que no fuimos discretos, pues empecé a masturbarla en medio del bar sin importar quién pudiera mirarnos. Mi boca alternaba mordiscos y lametones entre su cuello y su labios y ella estaba cada vez más cachonda. Aquella tarde habíamos hablado sobre dominación en el sexo y me estaba confirmando que era toda una perrita.

Tras varios minutos jugando con mis dedos en su interior decidí sacarlos y llevarlos a su boca. La miré fijamente a los ojos y le ordené: «Chupa».

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